No sé si habrá ocurrido en otras ocasiones, pero me imagino que sí, aunque yo no lo recuerdo. Resulta que el próximo Miércoles Santo, es el Día del Padre, y a su vez el día grande de las Fallas Valencianas. Me cuesta trabajo imaginar alguna precesión de Miércoles Santo, pasando al lado de las fallas instaladas en las plazas de Valencia y otras poblaciones. El calendario lunar de las fiestas de Semana Santa, coincide con el programa de festejos de las fallas.
Esta situación producirá un contraste ya que, tal y como expresa la propia denominación de la procesión que se realiza en Miércoles Santo, ésta se desarrolla con un total silencio por las calles del municipio frente al ruido que caracteriza a las fiestas falleras durante la noche de la cremá.
Seis actos programados en la Cofradía Marinera de Valencia, han de ser suspendidos por su coincidencia con las fallas, otros actos inevitablemente se tendrán que celebrar en el interior de las iglesias.
Por ello, los representantes de ambas fiestas, la Cofradía de la Purísima Sangre y la Junta Fallera, deberán empezar a reunirse con el Ayuntamiento como mediador para elaborar un programa conciliador. Y es que pocos han visto la Procesión del Silencio bajo los estruendos de los castillos de fuegos artificiales y los petardos.
