Hacer una cosa "a la chita callando" significa hacerlo con mucho sigilo, con disimulo o en secreto. Hay diversas teorías sobre su origen. Según algunos expertos éste se remonta a un antiguo juego llamado " chita " que se jugaba con tabas o huesos (astrágalos).
Unos lingüistas aseguran que se remonta a la Edad Media, cuando en la época almorávide los árabes introdujeron en España un felino parecido al guepardo, llamado " saeta o chita " , que por su agilidad y ferocidad se utilizaban para cazar. Cuando Alfonso X decidió prohibir su uso con fines cinegéticos, muchos cazadores siguieron utilizándolo a escondidas.
Otros lingüistas defienden que derivaría del interjectivo ¡ Chist !, que es un gesto sonoro que utilizamos para imponer silencio cuando necesitamos que nuestra llamada se sobreponga y no quede ahogada por el griterío que queremos acallar. De la misma familia es " Chitón ", una palabra para imponer silencio, que solemos decir poniendo el dedo en la boca.
A LA CHITA CALLANDO :
Como nos muestra la fotografía, la mona Chita en más de una ocasión tenía que guardar silencio, siempre de manera impuesta por su gran amigo y tutor, Tarzán.
Este buen hombre que se crió entre los chimpancés, no tuvo más remedio que adaptarse y aprender una forma de vida salvaje para poder subsistir.
Mandaba callar a Chita, para que no le espantase alguna fiera que se encontraba al alcance de su vista, que quizás amenazaba la integridad física de ambos o tal vez tendría que terminar cazandola para poder alimentarse.
Chita, aunque generalmente era muy revoltosa, como también era muy inteligente sabía distinguir perfectamente el estado de ánimo de Tarzán y cuando éste se comportaba de forma bromista o tal vez enojado.
Mandaba callar a Chita, para que no le espantase alguna fiera que se encontraba al alcance de su vista, que quizás amenazaba la integridad física de ambos o tal vez tendría que terminar cazandola para poder alimentarse.
Chita, aunque generalmente era muy revoltosa, como también era muy inteligente sabía distinguir perfectamente el estado de ánimo de Tarzán y cuando éste se comportaba de forma bromista o tal vez enojado.
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