En primer lugar, agradecer muy sinceramente la gran acogida que ha tenido el tostón de Micralax, pues he recibido bastantes felicitaciones, con las que inevitablemente he de incrementar mi compromiso y mi entrega para seguir redactando idioteces. Qué verdad es que en este país maravilloso, que nos vio nacer, cuando el tema de conversación o de escritura es : la caca, el pedo, el culo, o el pis, la gracia y la risa están garantizadas. Estos elementos tan peculiares, son aliados desinteresados e incondicionales. ¡ Muchas gracias caca, pedo, culo y pis, por vuestra colaboración !
No cabe duda de que ésta sigue siendo una historia " que te cagas " pues han llegado a la redacción del Tostón de Luismi, sugerencias y aclaraciones sobre un detalle de la historia de la semana pasada. Me han puntualizado que las excursiones en autobús, si que pueden llegar a producir estreñimiento. Parece ser que el hecho de estar inmóvil, con el culo pegado al asiento del autobús tantas horas de viaje, origina un endurecimiento prematuro y excesivo del excremento, que acaba formando una especie de tapón. Según va avanzando la jornada, el propietario o propietaria del mismo está deseando llegar al hotel, para intentar relajarse, e instalarse tranquila y cómodamente sobre el water. Se pone a hacer esfuerzos casi al borde de la extenuación o de la hernia intestinal, repetidas veces, sin éxito. Entonces no tiene más remedio que echar mano de Micralax que seguramente ha conseguido comprarlo en una de esas paradas relámpago, o simplemente se lo ha prestado la vecina de la habitación de al lado, que también padece de estreñimiento.
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