EL MOJÓN DE IDA Y VUELTA

Por muy burlesca que parezca esta historia, quisiera que la creyeseis, pues es del todo verídica.

Siempre ha existido y existirá el comentario que dice: EL HOMBRE ES EL UNICO ANIMAL QUE TROPIEZA DOS VECES EN LA MISMA PIEDRA. 

Pues bien, hace algún tiempo, me sucedió algo que de vez en cuando nos sucede a todos, y es que iba yo tranquilamente paseando y pisé un mojón de perro.

 Por el tamaño del mojón, debía ser de un perro de esos que no sé de que marca son, pero que son tan grandes que parecen caballos en vez de perros. 

Recuerdo que fue con el pie derecho, y el zapato enterito se me llenó de mierda, incluso por los laterales rebosaba. Tuve que limpiarme como pude, incluso inclinando el pie por uno y otro lado y restregándolo contra el bordillo, la gente al verme no sabía si tenía cojera o algún tipo de parálisis.

No acaba aquí el acontecimiento, cuando regreso por el mismo lugar por el que había pasado anteriormente, me tropiezo de nuevo con los restos de lo que había sido aquel gran mojón. Todavía tenía tamaño y textura para darme otro buen restregón con él. 

Otra vez en el mismo lugar haciendo juegos malabares para conseguir quitar de mi zapato aquella pringue. Lógicamente, para limpiarme elegí otro trozo de bordillo distinto al anterior.

Así es que concluyendo, creo que podríamos modificar la frase detallada al principio : LUISMI ES UNO DE LOS POCOS ANIMALES CAPACES DE PISAR DOS VECES LA MISMA MIERDA.