jueves, 24 de abril de 2014

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

Frase popular muy antigua que nos lleva a una reflexión práctica. Estas palabras se usan habitualmente para indicar, con una evidente carga de resignación y de consuelo a la vez, que una situación que puede evaluarse como mala, entraña no obstante la posibilidad de esperar algo positivo en adelante.
Es algo así como “por algo habrá sucedido” y que nos lleva a pensar en el porvenir con optimismo.

Yo tengo un ejemplo práctico para poder aplicar esta frase, aunque en este caso concreto el bien venía sobre la marcha y alternándose con el mal.
En Mayo de 2008 sufrí una terrible lumbalgia que me apartó de mi trabajo, de mi bicicleta y de mi vida activa durante dos largos meses. Hasta que pude recuperar la movilidad tuve que ayudarme de una silla de ruedas para desplazarme y de alguien que la empujase, claro. 
Coincidió la celebración de La Primera Comunión de una de mis sobrinas, y lógicamente tuve que asistir a ella en silla de ruedas.
No os podéis imaginar la gozada que me supuso poder aparcar mi silla en el sitio reservado para ello en el parking. Otro motivo de disfrute era cada vez que alguien empujaba mi silla y ver cómo me desplazaba sin que yo tuviese que hacer ningún esfuerzo. Me sentía igual que un bebé al que llevan en su cochecito, y que si se detiene se pone a llorar.
Raymond Burr - Ironside y Perry Mason
¿ Quien no ha estado en alguna ocasión en su vida sentado en una silla de oficina con ruedas, y ha sentido el deseo de que alguien le diese unos empujoncillos y le desplazase por un momento ?.................yo lo he hecho en varias ocasiones a lo largo de mi vida, imitando y recordando al fantástico investigador privado televisivo " Ironside " (Raymond Burr)
Otro pequeño detalle, que podréis observar a través de la fotografía, es que todo el mundo dejó a mi cargo sus paraguas, como si yo fuese un mozo de carga. 
Yo que no soy muy aficionado a la lectura, tengo que reconocer que en todo ese tiempo de inmovilidad leí tres grandes títulos de la literatura novelesca de aquella época.
Con esta historia real, tengo el propósito de inculcaros que por muy penosa y dolorosa que sea una situación, siempre viene rodeada de una serie de hechos o circunstancias tal vez insignificantes, pero que de alguna manera podemos definirlos como positivos. Y si además eres capaz de ponerle un puntito de sentido del humor, podrá contribuir en tu propio beneficio para tomar una actitud positiva y esperanzadora.

P.D. Este tostón está dedicado con todo mi afecto y cariño a una entrañable pareja : Charo y Juan Antonio, que actualmente estáis pasando por unos delicados y difíciles momentos, para que continuéis con esa fuerza y entereza que os caracterizan.
Así mismo y por motivos muy similares, también se lo dedico con muchísimo cariño a Sara Reséndiz.

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